miércoles, 29 de agosto de 2007

11/9: La otra cara


“Septiembre aúlla todavía su doble saldo escalofriante.Todo sucede un mismo día gracias a un odio semejante. Y el mismo ángel que allá en Chilevio bombardear al presidente, ve las dos torres con sus miles cayendo inolvidablemente”

El 11 de septiembre sin dudas es una fecha de luto, aunque no desde el 2001, como nos intentan hacer creer los medios de comunicación. Ya 28 años atrás sucedió el primer atentado contra la humanidad, con sede en Latinoamérica, precisamente en Chile.
Salvador Allende fue el primer presidente socialista que asumió mediante el voto popular en las urnas en América. Fue un hecho tan inesperado, que los Estados Unidos ni siquiera se habían gastado en apoyar a alguno de sus opositores. Pero la Unidad Popular finalmente venció en las elecciones y en 1970 Salvador Allende dio asumió la presidencia de Chile. La noticia dio vueltas por todo el mundo, y no fue agradable para los Estados Unidos. Nixon dijo en una oportunidad que con Fidel Castro en Cuba y Salvador Allende en Chile, se formaría un sándwich rojo que abarcaría toda Latinoamérica. Fue este el motivo para que finalmente el Tío Sam se empezara a preocupar, y comenzara a mover las cartas en el sur. En 1973 el pueblo volvió a ratificar su apoyo por Allende en las elecciones parlamentarias, por lo que a la oposición solo le quedaba una alternativa: el golpe de Estado.
Es de conocimiento público la participación de los Estados Unidos, el “defensor de la democracia”, en el golpe de Estado que atentó contra Allende, Chile y el mundo entero. Augusto Pinochet, quien había jurado lealtad al presidente chileno, pidió a este que el plebiscito que nuevamente ratificaría el apoyo popular hacia el presidente fuera postergado unos días. Allende accedió a esto, sin prever lo que se venía. Fue entonces cuando la fuerza armada, con apoyo de la CIA, llevó a cabo este atentado contra la democracia, el 11/9 de 1973. Sin dudas que este atentado no tuvo tanta prensa como el del 2001, pero no caben dudas que fue mucho peor todavía. Dicho golpe desencadenó el suicidio de Salvador Allende, quien a ojo de sus críticos, pecó de inocente al creer que un gobierno como el suyo se hubiera podido mantener democráticamente a pesar de los intereses de la gran potencia mundial. Este episodio marcó el comienzo de una historia negra en Chile, y también en América Latina. Una larga dictadura a la que le siguieron otras en el resto del continente: Argentina, Paraguay, Brazil, Uruguay. Un número gigante de muertos, desaparecidos, torturados, presos políticos. Un gran golpe a la historia del continente, al desarrollo de la democracia, a la vida de millones de personas. Sin embargo, esta fecha no es recordada por esto. Simplemente se recuerda que el 11/9 por segunda vez en su historia, los Estados Unidos fueron atacados en su propia casa. El país que más atentados terroristas y antidemocráticos realizó por todas partes del mundo (Japón, Nicaragua, Cuba, Irak, Iran, Vietnam, Chile, etc. etc.) no podía permitir que esto suceda, y por eso los ciudadanos de todo el mundo debemos ver esto como algo sumamente grave. Sin dudas que debemos ver estos atentados contra la vida de gente inocente como algo grave. Pero debemos recordar a cada uno de estos atentados, y recordar a los culpables. Entender los motivos, y nunca olvidar. De a poco ayudará a construir un futuro mejor para este sufrido continente. Un futuro lejos de los Estados Unidos, lejos de los burdos intereses del capitalismo y cerca de la verdadera democracia y los derechos humanos.
Porque el 11 de septiembre sin dudas no fue un día más en la historia, pero no solo hace 6 años. Este 11 de Septiembre van a ser ya 34 años en que la historia nos dio la espalda, nos ocultó la verdad. 34 años sin justicia, en los cuales uno de los grandes responsables ya se fue, con una vida lujosa y millones de dólares en vida, a algún lugar parecido al infierno, si es que ahí lo aceptan. Pero los otros responsables de todo este tipo de atentados siguen estando. Siguen en la CIA, en el Departamento de Estado, en la ONU, en el Banco Mundial, el FMI y tantas otras organizaciones tan (des)preocupadas por el futuro de la democracia a nivel mundial. Por eso nunca debemos olvidar, por todos los Chilenos que murieron defendiendo un ideal, todos los Argentinos, los Vietnamitas, y todos los humanos del mundo que murieron a manos del imperialismo. Por Salvador Allende, por Patrice Lumumba, por el CHE. Y por este mundo que se cae a pedazos, por construir un futuro verdaderamente democrático.
Ni olvido ni perdón. NUNCA MAS.